Un café, sólo y sin miedo

Hoy me he sentado a tomarme un café con el miedo
Si, con el miedo, así como suena

Con esa sensación que te hace vacilar, abandonar, atenazarte, 
Ese frío, duda o vacío que puede ser tu peor compañero de viaje
Sobre todo si le dejas que sea quien lleve tus pasos
Sólo quería despedirme de él

Hacerlo a la cara, mirándole a sus ojos que no miran claro
Para decirle que nunca más miraré a través de ellos
Para demostrarle que no le tengo miedo
Una irónica manera de decirle adiós, de sacarlo de las emociones de mi vida
No tengo miedo, por qué tener miedo no tiene sentido
Cinco palabras para desmontar  la armadura de limitaciones que es tener miedo
Una coraza más pesada que el hierro que sólo tú puedes romper
Lo harás si comprender que no tienes nada que temer

Que no hay cambio, adversidad o situación que no puedas afrontar
Que puedes ir saltar a la arena de la rutina, a pecho descubierto.
Sin más armas que tu capacidad de creer en ti, tus fuerza de pensamiento y tu poder de acción
Nada más poderoso en tus manos, que el arsenal potente que reside en uno mismo

Amigo miedo, no trates de convencerme para que dude
No me cuentes que vivimos al filo de la incertidumbre
Ni relates toda la dureza y crudeza que puede esperarnos en el día
No me vas a frenar, no puedes hacerlo, te dejo, no vas a evitarlo
Igual que yo no evito lo único que acaba con nuestras posibilidades en la vida, que es su final.

Con esta base, sabiendo que tengo un amplio abanico de sensaciones por sentir
No voy a perder el tiempo, sintiendo que lo estoy perdiendo contigo
Ni voy a reprocharte todas las cosas que por sentirte he dejado de sentir
El rencor, como el miedo, no te dejan avanzar.
Lo mejor es ser cordiales, decirnos adiós por las angustias compartidas
Cómo lo hacen dos amigos, que tardarán en verse, tomando café
El mío, sólo y sin miedo, por favor.