Me encanta escuchar, siempre me ha gustado hacerlo
Creo que es una maravilla, pararse a escuchar lo
que sienten los otros
Detenerse, sacar por unos instantes la cabeza de
nuestro ombligo y ser parte de otro
Hacerlo, con la complicidad que da compartir una
mesa y un café
O dando calidez a unas palabras que llegan con el
sonido impersonal del teléfono
O siendo testigo mudo, de la confesión desnuda de
la más profunda intimidad
Saber que en el universo hay algo más que tú yo
Hay más realidades que tu realidad
Es algo que parece sencillo, pero que a la vez es
un arte.
Un arte que exige silencio mental y concentración
plena en lo que nos transmiten
Escuchar, es algo más que oír, como unas palabras
susurran en el tímpano
Es saber ponerte en la piel de quién te habla,
para compartir con él lo que siente
Dar atención, ser cojín de plumas de emociones,
Servir de cama elástica a la mente para que
impulse proyectos
O versión humana del muro de las lamentaciones
Escuchar es crear un camino en silencio, que no
sabes a donde puede llevarte
Un viaje que empieza en el momento que dejas de
pensar en ti
Como cuando se rueda una película, todo arranca
con una clave previa a la acción,
que se resume en tres palabras directas: Silencio,
se escucha.