El Cisne que se sintió patito feo.

En las bellas aguas de un enorme lago, había un cisne.
Un cisne que desde un rincón, contemplaba esas aguas en las que ahora no podía bañarse
Ese reflejo cristalino que le había hecho sentirse el más especial de los animales.
Donde había nadado con más libertad que en cualquier otro lago
Donde había sentido que su plumaje lucía con una belleza indescriptible.

Un lugar donde sentía una paz nunca hallada.
Sentía que era perfecto, que había encontrado el escenario para su "lago de los cisnes" particular.
Una perfecta sintonía en el que las aguas componían melodías, que el bailaba 
y así a su vez hacía más especial al lago.

Una perfección que había encontrado, tras caminar y nadar en muchos lagos.
Un todo tan idílico, que desde su rincón, hacían incomprensible que un día el lago 
le pidiese que no se bañase
Desconcertado, ante un "no" no acostumbrado, marcho al rincón donde se hallaba

Sin alejarse del todo, pero sin entender que el lago dejase sus aguas solas
Que necesitaba recuperar su quietud
No entendió, pero se alejó y entonces se sintió patito feo

Entendió como los lugares que el dejaba atrás en su camino hacía otras aguas
Se quedaban tristes y perdían su musicalidad
Y él era el mismo cisne, con sus defectos y sus virtudes
Al que ahora le pedían interrumpir el baile

Un por qué, que podría ser casual o causal, pero que no le ofrecía respuesta
No, esa era la clave
Una situación no controlada, en la que en su interior no podía navegar bien

No, el camino más corto a un Sí
Si, me puede pasar como a los demás
Sí, lo que ayer era válido, hoy puede no serlo
Sí, no significa que no fuese real cuando era válido
Sí, un no puede enseñarte más que mil síes

Enseñarte que a veces es bueno sentirse patito feo
para hacer más especial en los momentos que nos sentimos cisnes
Enseñarte, que todos los bailes, en todos los lagos,  nos hacen mejores cisnes
Y que a veces que caiga el telón, no es el final
Es el preludio del comienzo del próximo acto.