Rodando sin rencores

Se encontraron dos caracoles en mitad de un camino
Dos caracoles que arrastraban en su cascarón, su casa, su vida
Los dos se miraron, sobre todo uno que quedo extrañado
Extrañado ante el lento arrastrar de su compañero
Que llevaba sobre su concha una enorme R.
Quiso saber que era esa R y se lo preguntó
Ante esta pregunta, bajo las antenas como avergonzado y respondió
Esta R que arrastro son todos los rencores que he ido acumulando durante el camino
Unos rencores que comenzaron siendo pequeños, por cosas insignificantes
Pero que pasaron a formar parte de mi vida
No supe, no pude, o no entendí que dejarlos atrás
Y fueron ocupando un hueco en la lista de cosas que forman parte del viaje
Y cada vez me pesaban más,
Cada vez me hacían más difícil el avanzar
Pequeños roces que dejaron sin espacio en mi vida a la alegría y al optimismo
Ellos no quisieron convivir con los rencores
Y así me quede, más apagado,
Todo me costaba más
Y nada de lo que los demás hacían o me decían, me parecía bien
Eso me hizo pensar que caminaba a contracorriente
Enfrentado a unos enemigos que sólo yo veía
Esa fue la lucha que agiganto mis rencores
Tanto que no les bastaba con un ocupar un espacio
Tanto que se convirtieron en una carga que hace muy complicado seguir el camino
Se instaló el silencio entre ambos y surgió una pregunta
Si sabes que no te hacen bien, qué sentido tiene seguirlos cargando
Te has planteado mirar hacia dentro de tu mochila
Te has planteado relativizarlos?
Te has planteado, si seguir arrastrando su carga?

Te has planteado si es mejor rodar sin rencores?