Mareas

Somos una mezcla de muchas cosas, piel, conectores, sangre
Pero somos mayoritariamente seres líquidos
Todo lo que somos en un plano físico, se mece en nuestro yo acuoso.
En esa agua que componen algo más que hidrógeno y oxígeno
Una corriente transparente, que nos contiene y tiene todo lo que somos
Y en ese todo, también están nuestras emociones.
Nuestro sentir fluctuante, que nos hace sentir poderosos para controlar todo
Capaces de lograr el reto más complicados
Ó faltos de ganas, fuerzas y motivación
Nuestras emociones, son como mareas
A ambas las influye la luna y las hace girar bajo su poderoso influjo.
Cuando se descontrolan, ante una adversidad, se vuelven peligrosas
Actúan sin un dominio racional y pueden hacer daños irreversibles
Una emoción mal digerida es como una ola que arrasa sin control
Cuando el mar es bravo, lo que le rodea vive entre el miedo y la alerta.
Cuando el mar es suave, atrae, te hace sentir bien y te reconforta
Cuando la marea es imperceptible, no es que no pase nada.
Es que todo fluye, sin grandes complicaciones
Es la “mar en calma”, el punto ideal, el equilibrio interno
Un equilibrio en un guión vital, en el que muchas veces hay anotaciones al margen
Esas que lo cambian todo, hasta el estado de nuestras emociones
Las mismas, que nos pueden arrasar si no las sabemos controlar.
Son las mareas, tienen sus ciclos, suaves, con cuerpo y a arrasar
Hay que saber bailarlas, o saltarlas, pero nunca dejarse arrastrar